Con sentimiento de amor y amistad, saludo cordialmente a todas las hermanas panamericanas que me honraron con el cargo de Directora General de la Alianza en la XXXVIII Convención realizada en la ciudad de Cancún Quintana Roo, México. No será nunca reiterativo, recrear con el pensamiento y la acción cual es nuestra historia, porque ella hace nuestra identidad, es una forma de comunicarnos con el mundo, sabiendo quienes somos, que anhelamos y hacia dónde vamos. Todas como embajadoras de la Paz y la amistad daremos lo mejor de nosotras para lograr los objetivos que trazó nuestra fundadora hace ya 108 años en San Antonio de Texas.
Hoy, estrechándolas en un abrazo fuerte y perdurable les doy las gracias como Directora General con el convencimiento que trabajaremos para aunar criterios, fines, y todo lo lograremos con imperiosa voluntad del que “bien ama permanece”. Que Dios bendiga nuestra acción y flamee en lo más alto la Bandera de la Paz y nuestro lema: “Una para todas y todas para una”. “One for all and all for one”.
"Educación y valores, símbolos imprescindibles en la organización”
